Las cosas se dieron. Se nos dieron una cantidad de coincidencias que hicieron posible el que un compañero de trochas y liderazgo, en representación de campesinos, afros e indígenas de mi tierra, Rionegro en el Caquetá viajara a Bogotá. 14 horas de viaje de Rionegro Caquetá a Bogotá.
Tenemos una cantidad de sueños, de promesas, personales y colectivos, y uno de esos es poder aunar esfuerzos para la prosperidad social de nuestras comunidades. Sumar voluntades, iniciativas, valores, fuerza y miradas, capacidades y ganas.
Hoy, ya la sustitución voluntaria de cultivos ilícitos está en marcha. Convencidos estamos de que es momento de transformaciones, de cambios. Cansados estamos de la guerra, pero también de la falta de oportunidades. Todos hemos permitido que pase ante nuestros ojos, ante nuestra presencia. Es momento de que todos tengamos la determinación de poder hallar otras alternativas. Lo que exigimos sigue siendo lo mismo desde que los colonos llegaron a estos territorios hace alrededor de 60 años: carreteras, mejora en la educación, pues tenemos escuelas que ya se caen, educación y tecnificación rural, inclusión cultural, económica y social.
¿Cómo puede ser posible que el Estado y los gobiernos de turno no se acuerden o invisibilicen estos territorios? Pero para programas sociales, para garantizar derechos, para apoyar la cultura, el arte, caso contrario ocurre con la seguridad, es lo más inquietante: El pueblo por autogestión y autodeterminación, acción y visión colectiva se funda en 1.968, luego siguiendo esta revolución social construye la escuela en 1.970. Basada en los mismos pilares y en la misma inspiración social de progreso realizan mingas para hacer carreteras, puentes, y hacen feria del ladrillo, donde cada habitante pone uno o cuantos pueda, para construir así el colegio en el año 1.973, y continúan, construyen la iglesia y finalmente en el año 1.982 construyen el Puesto de Salud.
¿Cómo puede ser posible que el Estado y los gobiernos de turno invisibilicen estos territorios, este espíritu de progreso social, esta lucha autogestada y auto-inspirada y motivada?
Años y años de falsas promesas, de mercadear con las necesidades, de jugar con los derechos sociales, años y años de olvido. Años que se vuelven largos en cada día vivido, adornados por las puestas de sol a orillas del río. Este desabastecimiento social y la guerra se nos volvieron, para muchos, parte del paisaje, parte de lo natural, de, como se dice, ¡esto es así! Se apoderó de nosotros el miedo, la oscuridad, la guerra. Este espíritu emprendedor, se perdió entre la manigua de las necesidades, la mala yerba de la falta de oportunidades, la corrupción. Y se presentó así el escenario para la coca, con mucha menos dificultad que la yuca, el plátano, el cacao, el arazá… se siembra, se cosecha, se transporta y se vende.
Ahora, con decisión, pero también con incertidumbre estamos dando paso a la sustitución voluntaria de cultivos, -según cifras de la UMATA alrededor de 200 familias en las 33 veredas jurisdicción de Rionegro,- dando paso a retomar aquellos valores y pilares perdidos entre la maleza de la guerra, del olvido, de la desazón social: -como dicen los científicos sociales- para reparar el tejido social, no sólo entre nosotros mismos sino también con la naturaleza, la Amazonia: lagunas, quebradas, montañas, yacimientos de agua, cananguchales, especies naturales y Guayas, nuestro río. Somos #DelGuayas.
Es lo que queremos re-comenzar, transmitir… Tuvimos así la oportunidad de mostrar esta iniciativa de proyecto productivo en Bogotá, en la Feria de emprendimiento de la Universidad Minuto de Dios, Vicerrectoría sur, sede San Juan. Ante COASMEDAS, cooperativa de ahorro y crédito, Fundación Ciudad Sostenible y un grupo de investigación de la Universidad Nacional. Forjando así a nuestra iniciativa «Del Guayas»Como un proyecto que unirá a las comunidades rurales en torno a actividades económicas alternas como producción agrícola, ecoturismo y en torno a lo cultural y el arte de una forma cooperativa y solidaria.
Nos place encontrar la mano tendida a apoyar la reconversión y la transformación de los territorios que fueron víctimas del conflicto como el nuestro, esta feria de emprendimiento nos sirvió para transmitir y visibilizar nuestra iniciativa.
Hoy, reunidos los líderes y lideresas de las 10 veredas que forman la Asociación de Campesinos para el Desarrollo Social y Ambiental -ASOCOPRODEAM-, Mujeres rurales, la Asociación de Jóvenes Rurales por el Desarrollo Rural y Social -ASOJODERSO- y delegados de la comunidad indígena Nasa y comunidades Afro, 22 de diciembre de 2017, John Fredy, un mes después de este viaje a Bogotá, socializará ante la comunidad estas oportunidades que logramos gestionar con cada una de las organizaciones que logramos reunirnos en la ciudad más cerca de las estrellas, presentará las propuestas, que sin duda serán la continuación de esta elección hacia la construcción de la paz desde nuestro sentir y nuestras proyecciones: como campesinos, afros, indígenas y la amazonia. Y que esto signifique para todos más que progreso social, “Progreso de Vida”. En ultimas, es por el derecho a la vida misma, a la “vida digna”. Se socializará esta idea que nos permitirá unirnos, la cual denominamos #DelGuayas, como una vuelta a resurgir con aquellos valores sociales que dieron de antaño la fuerza al colono campesino, al afro luchador y al indígena ensoñador, la fuerza con la que resistió entre la manigua la guerra y ahora con la misma con la que construiremos la paz.
(Agradecemos el apoyo de Andry Barragán, Melissa Alzate, Mauricio León, Julieth Leal, el docente Hugo Castillo, compañeros de la Universidad de Javier, a las organizaciones mencionadas y los aportantes de este viaje.)