En nuestra comunidad ha llegado un nuevo personaje, un místico de notas musicales que, por causalidades, ha estado como el viento, susu-e-rrante, compartiendo su música, o mejor su vibración, y al mismo tiempo indagando acerca de la música caqueteña…
Lo invitamos a nuestra comunidad, y estuvo del 21 al 24 de octubre, tiempo en el cual le presentamos al que bien podría quedarle como su hermano mayor, por su gran parecido físico y conexión musical, nuestro querido maestro Gonzalo Castilla…
Compartimos una cena, luego don Gonzalo Castilla nos invitó a que continuáramos la conversación donde la señora Laura, quién también es activa en lo musical en nuestra comunidad, y allí seguimos compartiendo hasta altas horas de la noche.
Los días siguientes fueron la oportunidad para el encuentro con quienes iniciarían como sus pupilos rionegrunos. Entre niños, niñas, jóvenes y adultos empezaron a entonar y a descubrir su propia música.
Así estamos entrando a este sueño musical que de antaño en nuestra región nos sirvió para amenizar las situaciones más difíciles de nuestra historia territorial, como medicina, un legado que nos dejó un grupo musical al que llamaban “Los trasnochaperros”.
Gracias Gonzalo por mantener la llamita musical viva, como en algún momento me lo expresó y gracias profe Helbert por llegar hasta la tierra del majestuoso Guayas…
…y gracias especiales a los niños, niñas, jóvenes y adultos que participaron conformando el grupo coral de niñas, un grupo de flautistas y un grupo de voces de mayores… descubriendo y compartiendo su alma musical en este espacio.
Se unen estos caminos, de antiguos y nuevos susu-e-rrantes, en albores musicales en nuestra comunidad, y ya empezamos a sentir en las fibras las vibras de estos nuevos vientos en Rionegro.